Jovany J. Quintero G.

@jovanyquintero

En mi artículo anterior dediqué unas cuantas líneas a la monarquía inglesa, en relación con los planes injerencistas de las corporaciones petroleras norteñas en nuestro territorio Esequibo, de la mano del gobierno guyanés. Hoy quiero hacer referencia a otro acontecimiento espurio del Reino Unido contra nuestra República Bolivariana de Venezuela.

Es bochornoso el papel de Gran Bretaña y el conocido Banco de Inglaterra, al querer arrebatarle a Venezuela sus recursos en oro, tras plegarse a las medidas coercitivas y unilaterales del gobierno de Estados Unidos contra nuestra nación, promoviendo sanciones y bloqueos de corte económico en detrimento del desarrollo integral de los venezolanos.

Esta medida acentuada por los tribunales colonialistas ingleses, buscan lesionar los sagrados intereses de la Patria, repitiendo geopolíticamente hablando, el formato aplicado a Libia por parte de Francia y los países de la OTAN, cuando robaron ante los ojos del mundo más de 7.000 millones de dólares en oro al país africano, con el cual Muhamar Al Gadafi promovería una moneda regional para toda África, basada en el patrón oro (Cualquier parecido con la propuesta del Sucre y el Petro en América, es pura coincidencia).

Luego de esta jugada francesa, Libia fue invadida y totalmente destruida en 2011 por las tropas de la coalición guerrerista de los países de la denominada Alianza Atlántica.

La señora Isabel II no ha comprendido que mientras ella es “soberana” y monarca del Reino Unido, nosotros en Venezuela somos soberanos desde 1811, cuando logramos gracias al Libertador Simón Bolívar, tener nuestra independencia de cualquier postura de corte colonialista.

En tal sentido, nuestra población debe saber que la señora Isabel II, intenta robarle a nuestra nación más de 400.000 lingotes, equivalentes a 31 toneladas de oro valoradas en unos 1.000 millones de dólares, con los cuales el gobierno venezolano busca paliar la situación de pandemia que hoy atravesamos.

También debe saber nuestro pueblo, que este robo descarado tiene como principal protagonista al tristemente célebre autoproclamado Juan Guaidó, a quien no le ha bastado quitarle a la Patria las empresas Citgo y Monómeros y toda la ayuda humanitaria.

Bájese de esa nube, Señora Isabel II: ¡Ese oro, al igual que el Esequibo, es Nuestro!