Néstor Rivero Pérez
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El 10 de diciembre de 1920 fue inaugurada en Maracay la Escuela de Aviación Militar Venezolana, con el propósito de dotar a la nación de oficiales y personal técnico con las competencias para operar la novel arma que había mostrado su alta capacidad ofensiva en numerosas oportunidades de la Primera Guerra Mundial (1914-1918).

FAN y gomecismo

Para entonces Venezuela contaba con una población de 2 millones trescientos sesenta y cinco mil habitantes, de la cual apenas un veinte por ciento sabía leer y escribir, estaba gobernada con mano férrea por el general Juan Vicente Gómez, quien contaba con el respaldo de las grandes compañías petroleras. Junto a EEUU para la época, Venezuela escalaba en el ranking mundial hacia el segundo lugar de los grandes productores, hasta ocupar pocos años después el primer sitial, el cual mantendría hasta finales de los años ’50. Perspicaz ante recomendaciones técnicas, el Benemérito supo atender exhortaciones que le daban allegados, entre ellos su propio hijo Florencio Gómez Núñez, en cuanto a dar impulso al arma aérea.

Fechas

El 17 de abril de 1920 es dictado el decreto de creación de la Escuela de Aviación Militar Venezolana. Para la época, el gobierno venezolano optó por contratar expertos franceses y no estadounidenses, dado que la nación gala mostraba mayor capacidad aérea que la norteamericana de la época. Así a Venezuela llegaron instructores, técnicos y material aeronáutico francés. Y “las primeras aeronaves utilizadas fueron el Caudron G-3 monomotor (1920) y posteriormente (1922) los hidroaviones G-4 bimotores, como dotación de la Base-Escuela de Aviación” (http://www.aviacion.mil.ve).

Boca de Río

Habiéndose establecido la primera Escuela de Aviación en el centro de Maracay, hoy convertida en Museo, al paso de las décadas fue afirmándose el poder aéreo del territorio aragüeño. A comienzos de los años ’50 Boca de Río fue escenario de un fuerte conato de alzamiento contra el régimen de Marcos Pérez Jiménez. Y para la deposición final de este último gobernante en 1958, fue determinante la actuación de la fuerza aérea bajo el liderazgo del comandante Martín Parada, cuyas fuerzas dirigieron la toma de las instalaciones militares en Maracay el 1° de enero de dicho año, mostrando las graves fisuras de las FAN, que decidieron la caída de Pérez Jiménez el día 23 de enero. A comienzos de los mismos años ’50, se hacían los preparativos para dotar al país de una moderna Base Aérea, construida en las adyacencias de Palo Negro y que todavía hoy opera como una de las instalaciones de primer orden en la defensa del espacio aéreo del país.

Nuevos tiempos

En 1943 arriban al país los primeros técnicos de EEUU, dándose inicio a una conexión que se intensificó durante la Junta de Gobierno constituida el 18 de octubre de ese año, y que llegó a expresar modalidades de adscripción de las FAN venezolanas a directrices de EEUU, en el contexto de la Guerra Fría. Cabe indicar que el segundo levantamiento insurreccional de 1992 contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez fue protagonizado por oficiales de la FAV. Y a partir del ascenso del Comandante Hugo Chávez a la Presidencia de la República, se dio comienzo a un tiempo distinto en lo tocante a los países proveedores y capacitación y tecnología aérea, que se inscribiría dentro de la visión de un mundo multipolar.

Sinópticos

1815

Atentado de Kingston

A la medianoche del 10 de diciembre de 1815 en Kingston (Jamaica), un exesclavo del Libertador de nombre Pío, a quien aquel había dado su libertad, y quien le acompañaba en el exilio como miembro de su séquito, actuando bajo soborno de los realistas de Venezuela, clavó su puñal sobre el cuerpo del capitán Félix Amestoy, secretario del héroe caraqueño, creyendo que liquidaba a este último. Amestoy se quedó dormido en la hamaca en que Bolívar acostumbraba pernoctar por aquel tiempo de exilio.

Noche decembrina

El atentado se preparó y ejecutó en horas de medianoche del 10 de diciembre de 1815, bajo la presunción de a esa hora el Libertador ya debía encontrarse durmiendo dentro de la habitación que ocupaba en Kingston. Justamente Bolívar ocupó hasta ese día la pieza, verificándose el atentado en la persona del capitán Félix Amestoy, nativo de Cuba y quien por entonces acompañaba como secretario al héroe caraqueño. Y la tragedia se debió a la ocurrencia del capitán de aguardar a Bolívar recostado en la hamaca en que este habitualmente dormía y que ningún otro utilizaba. De acuerdo a versión sustentada en investigaciones de Paul Verna, la salvación del héroe se debió a la afortunada contribución del diplomático y espía galo Benoit Chassériau “quien indirectamente salvó la vida a Simón Bolívar el 10 de diciembre de 1815 (…) En efecto -Chassériau- lo convidó a buscar otro alojamiento y le dio dinero para conseguirlo. Así salió el Libertador de la habitación de su edecán Antonio Páez en la que dormía desde hacía varias noches y la cual dependía de la casa de huéspedes de Rafael Pisce, en la esquina que forman las calles Prince y White”.