Capítulo II

Yuleidys Hernández Toledo

Tras el auge de Venezuela en materia aurífera, el descubrimiento de importantes yacimientos de oro en la cuenca del río Yuruarí, Gran Bretaña enloquecerá de ambición y de manera arbitraria publica un nuevo mapa “en el cual se señalaba la línea Schomburgk, pero trazada aún más al oeste para agregar más territorio a la Guayana británica e incorporar los yacimientos de oro que pertenecían a Venezuela. El nuevo mapa incluía Punta Barima y todo el territorio usurpado por los ingleses, además amenazando con extender sus aspiraciones hasta Upata y la desembocadura del Orinoco”. (150)

Con esta acción la corona británica pretendía despojar a la nación cerca de 167.830 km2 de territorio. Venezuela está enardecida, está cansada de que extranjeros europeos intenten seguir humillándola, no solo a ella sino a sus hermanas en las región, porque la sed expansionista británica crece cada día más.

Venezuela llora de rabia, y aunque reconoce que Guzmán Blanco ha sido un defensor del Esequibo, le molesta que no tome medidas más contundentes. Es cierto que protestó ante los ingleses su intención de despojar parte del territorio, pero ella quiere más. Ya no aguanta, los colonos británicos se atrevieron a poblar la región de Guayana que colinda con el Esequibo.

Esos invasores a través de casas comerciales privadas promovieron “la explotación de oro, manteniendo cerca de 6 mil mineros en la zona”. (151)

Ante esta situación, Guzmán Blanco decretó el 8 de diciembre, de 1886, la creación de “una comisión especial encabezada por el ingeniero Jesús Muñoz Tébar, que tiene como misión evaluar la presencia de los británicos en la región comprendida por los caños Amacuro y Barima”. (152)

Un año más tarde, los ingleses continúan con sus agresiones, y de manera salvaje, ruin, violando todas las normas, movieron, porque a ellos les dio la gana, la línea Schomburgk hasta la propia cuenca del río Cuyuní, que hasta este año Gran Bretaña había reconocido que pertenecía a Venezuela. “Gran Bretaña publicó por primera vez un mapa donde habían corrido la línea Schomburgk, abarcando un territorio al oeste del Esequibo de más de 167.000 kilómetros cuadrados, lo cual aumentaba en 25.000 kilómetros cuadrados la usurpación de nuestro territorio”. (153)

Como si esto no fuera poco el Ministerio de Colonias aconsejó al Foreign Office que ampliara la línea a “’una máxima aspiración británica’ que ascendía a 203.810 kilómetros cuadrados al oeste del Esequibo, la cual incluía poblaciones venezolanas tan antiguas como Guasipati, fundada en el siglo XVIII, y llegaba cerca de las poblaciones de Upata y Tumeremo”. (154)

Quedaba claro, la corona británica quería robarse los ricos territorios de Venezuela minados de oro y dominar las bocas del Orinoco.

Hasta cuándo europeos y países del norte como Estados Unidos, ambicionarían los grandes recursos de Venezuela, ya ella estaba cansada de tanto abuso de extranjeros que osan profanar su soberanía para violarla, matar a sus hijos e hijos, robarla, humillarla. Sus riquezas deben ser para los venezolanos y las venezolanas, no para aquellos que pretenden venir a seguir explotando a su noble pueblo.

Ante la arbitrariedad británica, el presidente Antonio Guzmán Blanco ordena el desalojo en el territorio que iba desde las bocas del Orinoco, el cual había sido ocupado ilegalmente por los colonos (155). Como era de esperarse los usurpadores no cumplieron, por lo que el Gobierno nacional rompe el 20 de febrero de 1887 relaciones diplomáticas con el Reino Unido.

Cuanto se alarmó Venezuela cuando en 1888, el Gobierno pide “apoyo” a EEUU para que sea mediador ante la Gran Bretaña. Ella sabía que eso no traería nada bueno, hizo de todo para que la escucharan pero no tuvo éxito. Entendía que los estadounidenses eran otros conquistadores y agresores, ya lo habían dejado claro en 1823 con su famosa Doctrina Monroe, la que usarían en los años y siglo por venir para explotar a los latinoamericanos.

Por eso no le extrañó cuando en 1896 EEUU e Inglaterra firman las bases del Tratado de Arbitramiento para decidir la cuestión guayanesa sin la presencia de un representante venezolano. Venezuela como la diosa que es, lo vio venir todo, planificaban la ejecución de uno de los robos más grandes contra su tierra.

La estocada la dieron entre julio y octubre de 1899 cuando en un Tribunal de Arbitramiento en la ciudad de París se dicta una decisión unánime que se conoce como “Laudo Arbitral de París” para dirimir la demarcación territorial del límite entre Estados Unidos de Venezuela y la Guayana británica.

“Fue una decisión sumamente breve, sin motivación y argumentos legales, la cual se limitó a describir la línea fronteriza aprobada por el tribunal: comenzando en Punta de Playa, alrededor de 43 millas al Este de Punta Barima y Mururuma, para continuar hacia el sur a lo largo del río Amacuro. Esta sentencia le dio a Gran Bretaña 90% del territorio en disputa, menos la Boca del Orinoco y 500 millas cuadradas de la desembocadura que fueron reconocidas para Venezuela. Se argumentó que la decisión se hizo para evitar una guerra, por lo que los jueces dictaminaron sin tomar en cuenta los aspectos jurídicos ni históricos”. (156)

De esta manera EEUU y Gran Bretaña cometieron un fraude imperial. Esa decisión es nula e írrita. La acción ilegal cometida por esas dos naciones llegará en medio del inicio de la Revolución Restauradora, liderada por Cipriano Castro, quien se enfrentará a las potencias en defensa de la soberanía.

150, 153, 154 y 156. Revista Memorias, número 34. Enero-Febrero de 2016. http://www.cnh.gob.ve/images/PDDrmemoriasdevenezuela/MEMORIAS%20ESEQUIBO%202016.pdf

151-152. Independencia 200 (1886). Centro Nacional de Historia. http://i200.cnh.gob.ve/pdfs/1886.pdf

155. Independencia 200 (1887). Centro Nacional de Historia. http://i200.cnh.gob.ve/pdfs/1887.pdf

Aquí las siete entregas anteriores

La oligarquía y terratenientes explotan al pueblo (I). https://bit.ly/2TQpaEb

Ezequiel Zamora comienza a hacer historia en defensa de los pueblos (II). https://bit.ly/302pl2X

Oligarcas asesinan a los que reclaman tierra e igualdad (III). https://bit.ly/3gSclmE

Los campesinos hacen temblar a la oligarquía en la Batalla de Santa Inés (IV). https://bit.ly/2MnukDs

Centralistas y federales pactan el fin de la guerra y vuelven a ignorar al pueblo (V). https://bit.ly/372nxbQ

Guzmán Blanco la modernización del país, el uso de la figura de Bolívar y su olvido al pueblo (VI). https://bit.ly/30dUEbl

Gran Bretaña ambiciona el Esequibo y hace de todo para robarlo (VII). https://bit.ly/3dEa6RS