Yonaski Moreno
La Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) expresó su preocupación ante el alarmante incremento en la frecuencia de las expulsiones, devoluciones y rechazo a refugiados y solicitantes de asilo en fronteras terrestres y marítimas de Europa e insta a los países europeos a detener e investigar estas prácticas.
De acuerdo a la Alta Comisionada Auxiliar para la Protección de ACNUR, Gillian Triggs, de acuerdo a testimonios confiables, las embarcaciones que llevan a personas refugiadas son remolcadas hacia los puntos de origen. “Una vez que alcanzan tierra firme, las personas son reunidas y nuevamente empujadas a hacer la travesía por mar”, detalló.
Quienes emprenden la travesía por tierra también son objeto de detenciones informales y devueltas a la fuerza a países limítrofes, precisó nota de prensa de la agencia de la ONU.

“ACNUR ha recibido un flujo continuo de informes según los cuales algunos Estados europeos están restringiendo el acceso al asilo, devolviendo a personas después de haber alcanzado su territorio o sus aguas territoriales y empleando violencia contra ellas en las fronteras”, expresó Triggs.
Explicó que “el respeto a las vidas humanas y los derechos de los refugiados no es una elección, es una obligación legal y moral. Si bien los países tienen el derecho legítimo a gestionar sus fronteras conforme al derecho internacional, también tienen que respetar los derechos humanos. Las devoluciones son sencillamente ilegales”.
La Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, la Convención Europea de Derechos Humanos y el derecho de la Unión Europea requieren que los Estados protejan el derecho de las personas a solicitar asilo y a la protección contra la devolución, incluso si ingresan de manera irregular, refiere la nota.