Boconoíto, un pueblo que resiste ante las dificultades (y II)

OTMAN QUINTERO TORRES
genesis146@gmail.com /@otmanquintero

El pueblo con uniforme y el pueblo sin uniforme, que son uno mismo, se vuelven a unir como en el 2002 contra el golpe de Estado, para enfrentar la crisis inducida por el bloqueo y sanciones impuestas por el gobierno de Trump a la patria de Bolívar.


En Portuguesa, a través de Mesas de Transporte promovidas por el gobernador Rafael Calles, el componente militar, los alcaldes, concejales, transportistas, dueños de estaciones de servicio, y poder popular, están dando al traste con las pretensiones desestabilizadoras que van detrás de la crisis generada en la distribución de la gasolina.


Los municipios del Cono Sur, del estado, se esfuerzan en estabilizar el suministro de combustible, monitoreado por Mesas de Transporte activadas por la Gobernación, en perfecta unión con el Destacamento 33 de la GNB en Guanare, a cargo del general Jherson Chacón.


Conociendo al gobernador Calles, seguro estamos de que la unión cívico militar, como legado de nuestro Libertador, cuyo pensamiento y planteamiento estratégico fue retomado e impulsado por el Comandante Chávez, se implementa en otras áreas estratégicas que no escapan del efecto de dicho bloqueo y sanciones. Esta consideración debería enfocar su atención a la capacidad generadora de electricidad del embalse Peña Larga, alimentado por el Tucupido y el Masparro, donde la meta sería reactivar la Central José Antonio Rodríguez Domínguez.


El desarrollo integral del embalse Boconoíto y La Coromoto; su desarrollo turístico, hidroeléctrico, agropecuario, gasífero, es el próximo reto a vencer mediante la fusión de nuestro pueblo con y sin uniforme.

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